Esta receta es una de las que nunca cocino para mí, la razón porque odio las judías blancas, jejejeje, Sí, no puedo con ellas desde pequeña, es por su textura y hasta este año nunca las había cocinado.
Pero a Andrés le gustan mucho y como es una comida que nunca cocino, pues siempre le guardaba un tupper mi madre cuando las cocinaba. Pero este año me enfrenté a mis fobias y se las he cocinado, esta es la segunda vez y encima me quedan muy ricas, jajajaja, ya no tengo excusas.
Otra cosa es comerlas, de momento sólo las cocino.
Aquí os la dejo, es para 3 personas.
Ingredientes:
250 gr. de judías blancas.
1 Cebolla.
1 Tomate grande
1 Pimiento verde.
2 Dientes de ajo pequeños.
1 Trozo de panceta ahumada.
1 Chorizo ahumado.
1 Morcilla ahumada.
Preparación:
Ponemos en remojo las judías el día anterior. Que estén en remojo 24 horas. En este caso he cocinado unas judías del barco de Avila.
Al día siguiente quito el agua del remojo, lo desecho, y las pongo en la olla rápida con la panceta ahumada en trozos. En una malla como la que se ve en la foto, meto el tomate (al cual le quitamos el corazón), el pimiento verde limpio, la cebolla pelada y en trozos y los dientes de ajo limpios.
Añadimos agua hasta cubrir las judías, aproximadamente un litro.
Cerramos la olla, ponemos la válvula al 2 y dejamos cocer unos 20 minutos desde que suba la válvula.
Una vez pasado el tiempo, dejamos que salga todo el vapor y abrimos.
La verdura de la malla la ponemos en un vaso batidor con un poco de agua de la cocción y lo trituramos. Añadimos el puré a la olla y añadimos también la morcilla y el chorizo partido en trozos.
Dejamos a fuego lento, sin tapar la olla. Que cueza lentamente durante otros 10 minutos. De esta forma la morcilla y el chorizo se cocinan lentamente, soltando la grasita que se integrará en el guiso.
Para los que quieran evitar las grasas, el chorizo y la morcilla lo pueden guisar aparte y añadir a la hora de servir.
El guiso ya está listo para comer.
Plato listo para comer